Los líderes religiosos en el país africano de Costa de Marfil están pidiendo una respuesta unificada a la violencia llevada a cabo por extremistas islámicos. En una cumbre y rueda de prensa 18 de marzo tuvo lugar en el séptimo día la sede regional de la Iglesia Adventista en la ciudad capital de Abidjan, los líderes religiosos de muchas comunidades de fe diferentes insta al pueblo de Costa de Marfil para rechazar la intolerancia y la violencia en nombre de religión.
La cumbre de paz fue provocada por un ataque yihadista que tuvo lugar tan sólo cinco días antes en la localidad costera cercana de Grand-Bassam. Un grupo conocido de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) reivindicó el ataque en el que tres hombres armados irrumpieron en el Étoile du Sud Hotel, matando a 19 personas e hiriendo a 23 más. Grand-Bassam es el más alejado AQMI ha ido más allá de sus bases tradicionales del norte de África de las regiones del Sahel y Sahara.
El evento Marcha de la Paz 18 fue coordinado por el Foro Nacional de las Confesiones Religiosas de Costa de Marfil, e incluyó a representantes de diversos grupos protestantes, junto con los católicos romanos, musulmanes y budistas.
Pastor Elie Weick-Dido, presidente de la Iglesia Adventista en el centro oeste de África, dio la bienvenida a los líderes religiosos a la reunión, y afirmó el compromiso de la iglesia con la construcción de una cultura de paz y tolerancia.
Imam Mahamadou Dosso, vicepresidente del Consejo Nacional Islámico y portavoz del Foro Nacional de Confesiones Religiosas, leyó una declaración preparada del grupo. En ella, los líderes religiosos de Costa de Marfil condenaron el acto terrorista en el Grand-Bassam y expresaron su profunda compasión por las víctimas y sus familias. La declaración instó a todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes, para abrazar la coexistencia pacífica, y rechazar cualquier forma de violencia en nombre de la religión.
"Ninguna religión debe conducir a alguien a matar a sus semejantes", indica el comunicado. "Que Dios nos ayude a superar este mal."
El tiroteo masivo en Grand-Bassam por extremistas islámicos ha sacudido este país de África occidental, que en los últimos años ha dado pasos hacia la construcción de una sociedad más fuerte, más estable después de años de disturbios. Las últimas dos décadas han visto dos grandes conflictos armados entre el, al sur predominantemente cristiano controlado por el gobierno y las regiones del norte bajo el control de los rebeldes musulmanes.
Desde el fin de la violencia en 2011, sin embargo, Costa de Marfil se ha centrado en la promoción de la paz entre las personas de diferentes religiones y líderes religiosos han jugado un papel importante en estos esfuerzos de reconciliación post-conflicto.
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